La bancada oficialista británica tomó la decisión tras que Andrew Bridgen dijera que todo el proceso de inoculación contra el coronavirus constituia “el mayor crimen contra la humanidad desde el Holocausto”, palabras que el primer ministro Sunak consideró inaceptables.La bancada oficialista británica tomó la decisión tras que Andrew Bridgen dijera que todo el proceso de inoculación contra el coronavirus constituia “el mayor crimen contra la humanidad desde el Holocausto”, palabras que el primer ministro Sunak consideró inaceptables.Leer más