David Carrick, de 48 años, usó su cargo para infundir miedo a las víctimas. Conoció a algunas de sus víctimas a través de sitios como Tinder y Badoo o en eventos sociales. Usó su papel de policía para ganar su confianza. Se declaró culpable ante un tribunal londinense.David Carrick, de 48 años, usó su cargo para infundir miedo a las víctimas. Conoció a algunas de sus víctimas a través de sitios como Tinder y Badoo o en eventos sociales. Usó su papel de policía para ganar su confianza. Se declaró culpable ante un tribunal londinense.Leer más