Moscú y Kiev emergen como definidos líderes de un nuevo mundo multipolar, que ya abiertamente busca y consolida relaciones basadas en los viejos principios de no injerencia, respeto por la autodeterminación de los pueblos y solidaridad en los vínculos, que planteara el Movimiento de No Alineados en 1959.Moscú y Kiev emergen como definidos líderes de un nuevo mundo multipolar, que ya abiertamente busca y consolida relaciones basadas en los viejos principios de no injerencia, respeto por la autodeterminación de los pueblos y solidaridad en los vínculos, que planteara el Movimiento de No Alineados en 1959.Leer más