Desplegaron unos 40.000 agentes para «controlar» las protestas sociales por el policía que mató a un joven de 17 años. Unas 180 personas fueron detenidas y decenas resultaron heridas durante diferentes choques. La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, aseguró que «se hará justicia» y hubo un pedido de perdón del agente que disparó.Desplegaron unos 40.000 agentes para «controlar» las protestas sociales por el policía que mató a un joven de 17 años. Unas 180 personas fueron detenidas y decenas resultaron heridas durante diferentes choques. La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, aseguró que «se hará justicia» y hubo un pedido de perdón del agente que disparó.