Todo saludo es en sí una demostración de pacifismo, dice el autor de este ensayo que nos interpela al recorrer el origen de la violencia y preguntar a quiénes se debe considerar salvajes. Hace un llamado a coordinar y unir esfuerzos, «para mitigar el sufrimiento humano en los rincones más afligidos de nuestro mundo».Todo saludo es en sí una demostración de pacifismo, dice el autor de este ensayo que nos interpela al recorrer el origen de la violencia y preguntar a quiénes se debe considerar salvajes. Hace un llamado a coordinar y unir esfuerzos, «para mitigar el sufrimiento humano en los rincones más afligidos de nuestro mundo».