El centro mantuvo el edificio en su sitio, pero la ultraderecha neofascista logró avances extraordinarios. La causa está en la frustración social de los electorados que votan con furia contra un sistema que perciben que los ha abandonado.
El centro mantuvo el edificio en su sitio, pero la ultraderecha neofascista logró avances extraordinarios. La causa está en la frustración social de los electorados que votan con furia contra un sistema que perciben que los ha abandonado.