Los comandantes en el frente de batalla reconocen abiertamente que enfrentan problemas de falta de personal. Más de 3.000 prisioneros ya han sido puestos en libertad condicional y asignados a unidades militares después de que el Parlamento aprobó dicho reclutamiento en un polémico proyecto de ley de movilización el mes pasado.Los comandantes en el frente de batalla reconocen abiertamente que enfrentan problemas de falta de personal. Más de 3.000 prisioneros ya han sido puestos en libertad condicional y asignados a unidades militares después de que el Parlamento aprobó dicho reclutamiento en un polémico proyecto de ley de movilización el mes pasado.