- El catolicismo italiano se movilizaba desde la mañana en un día de oraciones, en un planeta sacudido por las guerras.
- El miércoles, Prevost recordó en la audiencia general que “sin el perdón no habrá nunca paz”.
El catolicismo italiano se movilizaba desde la mañana en un día de oraciones, en un planeta sacudido por las guerras.El miércoles, Prevost recordó en la audiencia general que “sin el perdón no habrá nunca paz”.