La idea de una nueva Constitución, o de reformas profundas a la actual, comenzó a aflorar como posible respuesta a la grave crisis de representación, reflejada según encuestas que marcan una opinión negativa del 76 por ciento para el Gobierno y del 82 por ciento para el Legislativo.La idea de una nueva Constitución, o de reformas profundas a la actual, comenzó a aflorar como posible respuesta a la grave crisis de representación, reflejada según encuestas que marcan una opinión negativa del 76 por ciento para el Gobierno y del 82 por ciento para el Legislativo.Leer más