La segunda ciudad ecuatoriana se encuentra desde el 1ro de abril en estado de excepción, un mecanismo que permite movilizar militares a las calles e implantar toques de queda, debido a que se convirtió en un escenario de combate de bandas criminales.La segunda ciudad ecuatoriana se encuentra desde el 1ro de abril en estado de excepción, un mecanismo que permite movilizar militares a las calles e implantar toques de queda, debido a que se convirtió en un escenario de combate de bandas criminales.