Desde las calles anegadas o desde el aire, las imágenes son desoladoras: casas a las que apenas se le ven los techos, gente que lo perdió todo. Y el centro de la moderna Porto Alegre, la capital, de 1,4 millones de personas, completamente inundado.Desde las calles anegadas o desde el aire, las imágenes son desoladoras: casas a las que apenas se le ven los techos, gente que lo perdió todo. Y el centro de la moderna Porto Alegre, la capital, de 1,4 millones de personas, completamente inundado.